De "Flores bajo la lluvia" (Roberto Malatesta)


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Trepado al naranjo un dia de llovizna

Trepado al naranjo un día de lovizna
mientras mi bolso arquea la rama,
mi abrigo se cubre de pequeñísimas gotas;
debo estar loco de no saber agradecer.

La vida es un árbol que se carga de frutos,
sólo que no hay por qué esperar un día de sol,
sólo que nada hay que esperar sino la vida
corriendo como un viento entre las hojas.

Trepado al naranjo mi bolso arquea la rama,
con esta carga será -pienso- difícil bajar,
mientras tanto prosigo cortando naranjas entres espinas y gotas de lluvia.


Una corta lluvia alertó a los pájaros

Una corta lluvia alertó a los pájaros
una corta lluvia mientras dormíamos;
dulce fue oír la bulla de los pájaros.

Ahora estoy despierto y tú duermes,
la lluvia cesó y los pájaros están calmos;
pero tú y la lluvia y los pájaros,
tú, la lluvia, los pájaros y el silencio,

como si la tarde se hubiese dormido,
y despertase en el día primero,
en el mundo de la primera lluvia.
Como si arrojase semillas de nombres
en el jardín de los pájaros.


En la pequeña huerta

En la pequeña huerta han nacido zinnias
a las que el solo de abril le ha sumado mariposas.
El aire carga con la indulgencia de un viento tibio.
Si una hoja se mueve puede oírla.
Si una hoja cae crees que algo profundo
ha sucedido en alguna región del mundo.
En la pequeña huerta hasta un fierro clavado en el suelo
sostiene cintas de colores
y su herrumbre alimenta la tierra.
Nada puede vivir sin todo
y te sientes en deuda con cada cosa.


El pasto ha crecido en mi patio

El pasto ha crecido mucho en mi patio:
han crecido las hojas de zapallo,
ha crecido el maíz y creció el jacarandá,
no he tenido tiempo para arrancar la mala hierba,
de recortar la hierba buena, y mi patio
por estos días se parece a un monte,
el clima es muy cálido y el aire huele a verde.
Por las noches pienso en el próximo
día por venir y planifico el trabajo
mientras considero: no todo anda mal,
huelo mi patio y huelo la gran noche:
siento claramente el aroma que se desprende
de mi casa y las estrellas.


A la vuelta del trabajo

Pequeños en la esquina
mi mujer y mis hijos.
Yo avanzo y ellos crecen,
a ellos me aproximo
y se vacía el mundo
que arrastro con mi sombra.

En ellos me reúno
por ver cómo ha sido el día verdadero,
y cuánto al extrañarme
apuntalan mis huesos.

En ellos verifico
la altura de los árboles,
el perfume del día,
la canción de las rosas
y aquello que trataba
de un mundo que aún guarece
sabor a hecho cierto.


A inicios de otoño

El sol de inicios de otoño es feliz
no se me ocurre expresión más exacta
mientras mi hijo
sale al patio y hace pis en la hierba,
me mira, sonríe, y el sol no pesa,
juega a caer sobre la hierba,
junto al chorrito que dibuja
felizmente una curva como el curso
de las estrellas, donde hay mucha luz,
y desde las cuales nuevo otoños
inexorables se aproximan.



Música

Tu mano abre el grifo de la ducha,
desde la cocina oigo el sonido
del agua en caída libre.
Pronto un cambio de ritmo:
tu cuerpo ha entrado al agua.
Admiro esa música
que llega a tus pies acariciándote.
Inmerso te sueño.

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